Los solsticios son acontecimientos mayores que se producen dos veces al año: en verano y en invierno. Se oponen a los equinoccios (de primavera y de otoño) y nos ofrecen hermosas oportunidades de marcar cambios importantes en nuestras vidas.

¿Qué pasa durante el solsticio de verano?  

El solsticio de verano marca el principio del verano así como el apogeo de la energía positiva del sol. Es una fecha del calendario que no se debe ignorar, ya que representa una buena oportunidad de celebrar la naturaleza, el calor y la abundancia.

Durante los equinoccios, el día es tan largo como la noche, pero durante el solsticio de verano, la duración del día es máxima. Es el día del año en el que el día es el más largo. En general, tiene lugar el 21 de junio, pero esta fecha puede cambiar ligeramente de un año para otro.

El solsticio de verano marca el principio del verano astronómico, pero también el principio del verano con todo lo que implica: calor, sol y abundancia.

En ese día, el sol es lo más próximo a la Tierra, contrariamente al solsticio de invierno, durante el cual el sol se encuentra en su punto más  lejano.

Una larga tradición, rica en símbolos…

Este acontecimiento astral se celebra desde hace mucho tiempo. La fiesta de San Juan, en la tradición cristiana, es una de las celebraciones más antiguas vinculada con esta fecha, y persiste hoy. El día de San Juan se celebra el 24 de junio y corresponde al día de nacimiento de Juan Bautista.
 
En numerosas culturas, el solsticio de verano es la celebración incontestable del Sol y de la Luz.
Durante la fiesta de San Juan, por ejemplo, la tradición quiere que se enciendan hogueras. En algunos países, era de costumbre lanzar desde lo alto de un cerro una rueda encendida, que giraba hasta un lago o un río, celebrando de esta manera la victoria del sol.

Entonces, en ese día, es el día el más largo y la noche la más corta del año. Al día siguiente, los días empiezan ya a hacerse más cortos.

En su cualidad de símbolo del verano, este solsticio es la celebración de la abundancia, porque la naturaleza, las plantas y las hierbas están en su apogeo. Es incluso por esta razón que las plantas con propiedades terapéuticas tienen un poder incrementado durante este periodo.

El solsticio de verano, un acontecimiento astral

El solsticio de verano se encuentra bajo la protección del arcángel Uriel y está asociado al color verde y al planeta Mercurio.

Alrededor de esta fecha, se produce un fenómeno mágico, debido a la energía especial del sol que se encuentra al máximo de su poder y de su influencia benéfica.

También podrá ponerse en sintonía con esta hermosa energía, saliendo para aprovechar los rayos del sol, celebrando, volviendo a conectarse con madre naturaleza, tratando de disfrutar al máximo de los aspectos positivos de su vida y del amor de sus allegados para dejar que se llene su corazón de felicidad.