El camino de los Ángeles que conduce a la Serenidad
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Uno de los secretos de la felicidad es despertar feliz. De este modo, la mala suerte no tiene el tiempo de instalarse y no consigue enviarle veneno emocional. Debe mantener su estado de ánimo elevado durante todo el día para ser feliz y sentirse bien.
Un refrán popular dice que “¡un buen día empieza con una buena noche!”, y numerosos estudios científicos lo confirman.
De hecho, si le cuesta quedarse dormido, si tiene un sueño interrumpido o si sufre de insomnio, ¡es muy complicado recuperarse de la fatiga acumulada, descansar y recargar las pilas!
La calidad del sueño se traduce en calidad de vida. Entonces, si quiere pasar un buen día, es necesario dormir bien la noche antes. De hecho, tener un sueño reparador le ayudará a recuperarse de la fatiga psíquica y física y permitirá a su mente y su organismo reponer energías. Aquí están algunos consejos simples para dormir bien.
Primero, cree una atmósfera agradable y relajante en su dormitorio, con colores que aprecia y objetos, dibujos, cuadros que le gustan…
Acuéstese a una hora razonable y mantenga un horario regular con suficientes horas de sueño. Son diferentes según las personas. Se dice que los adultos necesitan menos tiempo de sueño que los niños pero depende de cada persona: algunas personas no necesitan más de 4 horas de sueño, mientras que para otras, 8 son necesarias. Debe escuchar su cuerpo.
Cene ligeramente, al menos cuatro horas antes de acostarse para hacer bien la digestión y prevenir las molestias de una comida demasiada pesada.
No se acueste con angustias o preocupaciones. No sirve de nada darles vueltas a los problemas que no consiguió resolver o pensar en las dificultades que le esperan al día siguiente. Esto le impedirá encontrar el sueño y dormir serenamente.
Si le da por pensar en cualquier cosa, confíe en usted y trate de eliminar estos pensamientos estresantes al encontrar una solución positiva.
Si no consigue encontrar una solución, no se preocupe, dígase que a veces, hay que consultar las cosas con la almohada y que mañana es otro día. ¡Esta técnica de la incubación nocturna da excelentes resultados!
La técnica de la incubación consiste en exponer el problema a su mente y a pedirle que le proporcione la solución para luego olvidarse de dicho problema y pasar a otra cosa.
En la mayoría de los casos, las soluciones aparecen poco tiempo después; generalmente, a la mañana siguiente o durante el día.
Cuando se despierta, tómese algunos minutos para pensar en su día y organícelo para que sea agradable y exitoso. También deberían presentarse las soluciones a los problemas que sometió a su mente al día antes a través de esta técnica de la incubación nocturna.
Antes de salir de su cama, relaje todo su cuerpo y estire sus miembros uno tras otro (primero los brazos, luego las piernas, después todo el cuerpo) como lo hacen los gatos. Estirarse permite relajar todas las tensiones musculares y psíquicas.
Levántese tranquilamente, sin brusquedad. Luego, ponga en práctica lo que ha previsto para el día y las soluciones positivas encontradas.
A medida que adopta este nuevo comportamiento, se levantará con buen pie, sus días se iluminarán cada vez más y su existencia mejorará en consecuencia.
Con el tiempo, tendrá cada vez menos problemas y encontrará soluciones con cada vez más facilidad. De hecho, verá las cosas desde otra perspectiva: ya no vivirá acontecimientos dramáticos que le caen encima de manera injusta, los considerará pruebas que atravesar y de las que saldrá más fuerte.