El camino de los Ángeles que conduce a la Serenidad
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Es un hecho cierto, los planetas de nuestro sistema solar ejercen una influencia energética. Cada planeta influye primero en el signo zodiacal que le está asociado pero también en los demás signos. ¿Y en la Tierra, nuestro planeta madre?
Cuando hablamos de la influencia de los planetas de nuestro sistema solar, a menudo nos olvidamos mencionar el que quizás sea el más importante: la Tierra.
¡No sólo ejerce una influencia astral como los demás planetas sino que también nos concierne directamente, ya que la habitamos! Cada ser vivo en nuestro planeta está en contacto con su energía. Estamos vinculados a su poder en permanencia, del mismo modo que un niño está vinculado a su madre durante toda su vida, por el vínculo de sangre.
Se conoce el poder de la tierra desde la noche de los tiempos, no es por casualidad que nuestros antepasados la llamaban Gaia, la madre nutricia o “la Diosa Madre”.
Es muy importante mantener y reforzar su conexión con la tierra, porque ésta le nutre y le insufle la calma, el equilibrio, la energía dinámica, la fuerza y el valor para enfrentarse a las pruebas cotidianas.
El hecho de sufrir frecuentemente de fatiga, agotamiento, o incluso de depresión, a menudo está vinculado con la falta de conexión con la madre tierra.
La energía de la Tierra (o energía telúrica) circula a través de una gigantesca red formada por círculos energéticos que rodean la Tierra. Estos círculos forman una red que alimenta en energía cada forma de vida.
Es un poco el “sistema respiratorio magnético” de nuestro planeta y puede ser muy benéfico para nosotros.
Pero cuidado, a veces, estas “ondas telúricas” pueden formar “nudos” que perturban tanto nuestro cuerpo físico como nuestra mente.
Algunas fallas geológicas o incluso ríos subterráneos pueden provocar nudos telúricos nefastos. Si su casa o su habitación se sitúa encima de semejante nudo, su sueño puede encontrarse perturbado y la fatiga instalarse muy pronto. Pero no ocurre muy a menudo, porque estos nudos son relativamente pocos comunes.
Lo importante es mantener la preciada conexión con la energía nutritiva de la Tierra. La manera más sencilla para hacerlo es pasar mucho tiempo en la naturaleza.
Las montañas son generalmente lugares muy cargados de energía telúrica, entonces son muy propicias para conectarse o volver a conectarse a la Tierra.