El camino de los Ángeles que conduce a la Serenidad
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El despertar es el momento de día durante el cual a veces se puede sentir más vulnerable. ¡Y también es el mejor momento para prepararse para pasar un buen día y evitar empezar con mal pie! He aquí cómo…
Una mañana, cuando tenga tiempo, tómese su tiempo antes de levantarse, siéntese cómodamente en su cama con la espalda recta y trate de sentir cada uno de sus músculos en su cuerpo.
Empiece con sus pies, concéntrese en ellos y ponga su mente en blanco para que sus pies sean la única cosa en la que piense.
Luego, mueva su consciencia a todo su cuerpo. ¡Sea consciente!
Ahora, concéntrese en su estómago. Mételo y sácalo varias veces seguidas para ayudarle a tener consciencia de su propio centro, es el receptáculo de la comida terrenal sin la cual su vida no podría desarrollarse.
Luego, mueva hacia sus pulmones. Inspire y expire y concéntrese en este movimiento que da ritmo a la naturaleza y le permite recibir aire, alimento celestial por excelencia, sin el cual su mente no podría despertarse.
… ¡y relájela! Puede parecer simple en principio, pero es la parte más complicada que realizar. Lo entenderá en cuanto se concentre en ello.
Empiece con sus mejillas y verá lo tensas que pueden estar. Trate de disminuir esta tensión. Siga con su frente y relájela. Concéntrese en ella y déjese llevar.
Una vez que lo haya hecho, levántese y desayune.
Si sigue escrupulosamente esta receta, su día empezará de una manera muy diferente. Mirará la vida desde otra perspectiva. Incluso sentirá que es una nueva persona, y pasará un buen día.