Originalmente, la alquimia era una ciencia “secreta” cuyo objetivo era transformar el plomo en oro. Hoy en día, sabemos que representa mucho más. Su principio fundamental es la búsqueda de lo que se llama “la piedra filosofal”.

¿Qué es la “piedra filosofal”?

La palabra “alquimia” viene del árabe “al-kimiya”, y esta ciencia efectivamente se difundió en el Oeste a principio del siglo XII a partir de la alquimia árabe.

No importa en qué país se practicaba porque desde la noche de los tiempos, esta ciencia secreta siempre ha tenido un solo objetivo: la búsqueda de la piedra filosofal.

Es supuestamente una sustancia líquida que podría transformar cada metal en oro. A veces, se llama “Piedra” (“al-hajar” en árabe), otras veces se llama Elixir (“al-iksir”).

Para transformar el plomo en oro, era necesario obtener esta “Piedra” misteriosa. Aparte de su poder sobre el metal, se atribuía otras propiedades increíbles a la Piedra Filosofal:

• Curar cualquier enfermedad
• Prolongar la vida de cualquier persona más allá de lo normal

La búsqueda de la piedra “filosofal”: un misterio bien guardado

La alquimia siempre ha sido envuelta en un halo de misterio y, según la creencia popular, encerraba un conocimiento secreto y místico.

Pero pese a su aura misterioso, la alquimia sigue siendo una ciencia cierta y auténtica e incluso una forma de arte. Numerosos científicos se interesan por ella, de manera muy pragmática.

¿Pero qué hacen exactamente? ¿Tratan realmente de encontrar una “piedra” que les permitiría transformar el metal en oro? En absoluto.

La piedra filosofal no es una verdadera “piedra”.

Los alquimistas actuales explican que la “piedra filosofal” debería entenderse metafóricamente.

De hecho, si los alquimistas se concentran en la química para estudiar las leyes de la naturaleza y las reacciones entre los metales de cualquier estado y forma, estos experimentos no representan la verdadera meta de la alquimia.

¿La ciencia buscaría una manera de transformar los metales en oro? Bueno, los alquimistas de hoy dirían que incluso no se trata de “transformación”.

Para ellos, transformar significa tomar una forma o una materia y transformarla en otra. No resuelve ningún problema. Es como si desplaciera simplemente el problema.

La alquimia trata de hacer una transmutación: tomar materia y hacerla “desaparecer” reemplazándola por algo completamente diferente. Todo esto se debe entender desde un punto de vista filosófico, claro está.

Entonces, el objetivo de los alquimistas es crear “materia” (o un concepto, una visión) completamente nueva, tratar de deshacerse de la antigua materia y ver lo que hay más allá.

Es una búsqueda puramente filosófica (de ahí el nombre de “piedra filosofal”)  y lucha por obtener una nueva perspectiva de los seres humanos y de la vida.

Se trata de una ciencia de la mente y no de una ciencia física. De la misma manera, la piedra filosofal tampoco es algo físico: es la búsqueda de la evolución espiritual entre los seres humanos.